El mundo de la lavadora encierra misterios que parecen inescrutables, pero teniendo en cuenta algunas normas básicas, consejos, y desterrando ciertos mitos, podremos conseguir un lavado perfecto para todo tipo de prendas:
1. Dosifica correctamente el jabón. “Cuanto más jabón eche, más limpio estará”, esta afirmación es un gran error que debemos evitar. Utilizar demasiado detergente produce residuos que permanecen en la ropa y, con los años, puede causar incluso problemas de pieles atópicas. Para dosificar correctamente el jabón es necesario seguir siempre las instrucciones del fabricante, y tener en cuenta el tipo de agua de nuestro hogar. En zonas con agua blanda (el caso de Madrid), es conveniente utilizar una cantidad incluso inferior a la que marca el fabricante, mientras que en zonas de agua más dura (como puede ser Barcelona), habrá que dosificar exactamente como indique la marca de detergente.
2. Agua caliente, por favor. La lavadora y la ropa mantienen una relación amor-odio que hay que entender y saber tratar. Para el buen funcionamiento de la máquina, es necesario que se utilice agua caliente, pero la ropa no siempre encaja bien las altas temperaturas. Por ello hay que seguir siempre las recomendaciones de lavado de los fabricantes de ropa y fijarse en las etiquetas de tejido; pero además, es muy recomendable poner una lavadora –una vez al mes- a 90º, con trapos de limpieza no delicados, y mínimo un kilo de peso de ropa.
3. Sábanas y toallas, a 60º. Aunque pensemos que las toallas pueden estar más limpias porque las utilizamos precisamente después del baño, no es así; junto con las sábanas, son las prendas que más grasa acumulan, por eso se recomienda lavarlas a 60º. Con este lavado se eliminan las bacterias y la grasa humana, y además se ayuda al mantenimiento de la máquina.
4. El vinagre, para las ensaladas. La lejía y el vinagre siempre nos vienen a la mente cuando queremos quitar manchas difíciles, pero no son recomendables. La lejía termina dañando los tejidos, y el vinagre es abrasivo y deteriora el interior de la lavadora. Con una buena lavadora, usando el programa adecuado, respetando el cuidado de cada tejido y utilizando una correcta cantidad de detergente, los resultados en el lavado de la ropa deberían ser satisfactorios.
5. “La secadora encoje la ropa”. No, los que solemos encoger la ropa somos nosotros cuando no usamos el programa correcto, o no atendemos a las indicaciones de lavado/secado. Si utilizamos para un tipo de ropa el mismo programa que hemos usado para su lavado, las prendas se mantendrán intactas. Pero si abusamos del aire caliente, o secamos, por ejemplo, un producto de lana como uno sintético, tendremos problemas. Hay que consultar siempre las etiquetas de las prendas para elegir el programa ideal.
FUENTE: MIELE ESPAÑA.
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